¿Qué son los “buches”?
Las regurgitaciones, mejor conocidas como “buches”, son la expulsión involuntaria de pequeños volúmenes de leche a medio digerir, que provienen del estómago, a través de la boca, los cuales se presentan después de comer, son frecuentes y de corta duración. Generalmente son fenómenos normales que ocurren en la primera etapa de la vida de tu bebé. “Buches” ... ¿No se estará alimentando bien mi bebé?
Aunque es motivo de una frecuente preocupación para los padres, por lo general los buches no afectan la salud de tu bebé. Esta manifestación suele ser tan común que está considerada como un proceso normal, que con el tiempo tiende a desaparecer. Como mencionamos anteriormente, las regurgitaciones o “buches” se presentan con mucha frecuencia durante los primeros meses de vida y pueden ser considerados como un proceso normal, sin embargo, si observas algún cambio de peso, talla, moja menos pañales de lo normal , Se ve muy cansado o letárgico, Regurgita líquido de color marrón o verde, debes acudir al pediatra para que evalúe a tu bebé.
Vómito es igual a regurgitación o “buches”?
No es igual, ya que el vómito se diferencia de los “buches”, por las grandes cantidades de contenido gástrico que son expulsadas, acompañadas de movimientos abdominales y torácicos. ¿Por qué mi bebé tiene tantos “buchitos”? Lo más común, es que sea debido a la inmadurez del sistema digestivo de tu bebé, que junto a los movimientos bruscos y su posición acostada, contribuyen a que los “buches” sean más frecuentes, y aunque el problema suele desaparecer espontáneamente, algunas veces es mejor tratarlo.
¿Qué puedo hacer para mejorar el problema de la regurgitación o “buchitos”de mi bebé?
Alimente al niño colocándolo en una posición recta. Si usted alimenta su niño con biberón, sáquele los gases cada tres a cinco minutos. Asegúrese de que el hoyo (agujero) en el chupón del biberón no sea demasiado grande o de lo contrario la leche saldrá demasiado rápido. Evite acostar al bebé enseguida de que lo alimenta o moverlo demasiado antes de que la comida se ha asentado en el estómago.
Algunos bebés también regurgitan menos si se les da menos leche cada vez que comen, pero se les da de comer con más frecuencia
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